Carta pastoral inicio del curso pastoral 2024-2025

 

CARTA PASTORAL

Queridos hermanos en el Señor:

Estamos a punto de iniciar el curso pastoral 2024-2025, llenos de confianza, esperanza y generosidad. De esta manera, podremos responder de forma personal y comunitaria a lo que el Señor nos vaya pidiendo.

En cada uno de los cursos tendremos como novedad un lema, que nos servirá de guía en nuestro caminar durante los 9 meses que forman esta nueva aventura pastoral que se iniciará el 22 de septiembre en la parroquia de San Isidro Labrador. Y el 28 de septiembre, en la parroquia de Ntra. Sra. Del Buen Paso, con las celebraciones de inauguración del curso que se vienen a implementar en esta nueva etapa pastoral como novedad.

“Sé de quién me he fiado” (2º Timoteo, 1-12), es el lema que nos orientará durante todo este tiempo que viene cargado de oportunidades y desafíos, que servirán si queremos aprovechar, para el  crecimiento y la madurez en las dimensiones básicas del creyente: humana, intelectual, espiritual, comunitaria y la vocacional.  

Todo esto se plasmará en la nueva programación parroquial. Una novedosa herramienta que, nos servirá de ayuda para alcanzar los objetivos propuestos y crecer en la confianza del que nos ha llamado a trabajar en su viña.

Y eso es lo que más vamos a trabajar de manera personal y comunitaria en este curso pastoral: La fidelidad y la confianza en Dios. A través de los apartados:

·      💓 Corazón pastoral.

·      💝 Parroquia Samaritana.

·       🏃Caminando Juntos.

·       🙏Te basta mi gracia.

Dar los primeros pasos sabiendo que Dios nos sostiene en sus manos y nos guía en cada uno de nuestros pensamientos, sentimientos y actuaciones, es fruto de la confianza puesta en Él. Creer y repetirnos en varias ocasiones, al levantarnos y al acostarnos, durante estos nueve meses: “Él se ha fiado de mí. Se ha fiado de nosotros para que demos testimonio de su resurrección”. Para que seamos signos creíbles de la vida del Señor a nuestro lado. ¡Esto sí es confianza!.

El Señor confía en que, nuestras Comunidades Parroquiales empiecen a caminar como lo pide nuestra Iglesia: Diocesana y Universal. Aprendiendo a  dejar a un lado,  el bloqueo en el que han estado y centrándose  en los planteamientos pastorales que nos presentan nuestros pastores. Escucharlos, asimilarlos y dejarnos pastorear, sin quejas, murmuraciones y críticas. Es confiar en Dios y aprender a ser pobres, obedientes y humildes.  Quién actúa así crecerá y hará crecer a la comunidad con su testimonio.

Sin embargo, quién dedica sus años en la parroquia a hacer teatro. Es decir,  por delante pone una cara, y por detrás,  pone otra cara, se olvida que Dios busca un corazón puro. Y por mucho teatro y parafernalia que haga delante del párroco, del obispo e incluso del propio Papa, Dios les dejará en el momento y tiempo adecuado, totalmente desnudos. Porque la verdad siempre triunfa y Dios es la verdad que nos hace libres y felices.

Cristo se fía de cada uno de nosotros y hace resonar su voz en el corazón de los creyentes que se han dejado encontrar con Él. No nos olvidemos que es a Él, a quién seguimos y a quién servimos en las parroquias, en la Iglesia. Es Cristo lo esencial de nuestra fe y de nuestra religión. Quién no tiene ese encuentro profundo con Él, no confiará y no perseverará en las dificultades. Por tanto, hay que pedir por todos los cristianos de todo el mundo, en especial por los agentes de pastoral, para que no se mundanicen y sean santos como el que los llamó es Santo.

San Pablo con mucha claridad se lo indica a Timoteo. Y nos lo indica a también a cada uno de nosotros y de nosotras al inicio de este curso.  No estemos derrotados ante las dificultades. O con miedo en el día a día. Y mucho menos en este siglo que nos toca vivir. No nos avergoncemos del Evangelio. San Pablo sabe de quién se fía. Y en quién ha puesto su esperanza, su confianza y su fuerza. Pablo confiesa: "pero no me avergüenzo, porque sé de quién me he fiado y estoy firmemente persuadido de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que me confió" (2Tim 1,12).

No escatimemos oraciones y esfuerzos en el anuncio del Evangelio. En sembrar la semilla de la fe, en nuestras propias familias, en nuestro círculos de amistad, trabajos, estudios, deportes, tiempo libre, y hasta en las parroquias. Todos están necesitando de un reencuentro con Cristo y de un volver a la familia de los cristianos: La Iglesia. Esta que se hace presente y cercana en cada una de nuestras parroquias.

Seamos manos que acogen, corazones que laten junto al enfermo o necesitado que sufre o está desatendido, desesperado e ignorado. Aprendamos a ser personas, sencillas, prudentes, generosas y abiertas a escudriñar lo que Dios espera de ti, en cada uno de los días que componen este nuevo curso pastoral.

Que Santa María del Buen Paso, a quien encomiendo este nuevo curso pastoral, como he venido haciendo desde que estoy entre vosotros, y San Isidro Labrador, a quién invoco cada día en mi oración personal y también comunitaria, aumenten nuestra fe, la esperanza y la caridad, sabiendo en quién hemos puesto nuestra confianza.

 

Con afecto y mi bendición

Gabriel Benítez Pérez

Cura-párroco de Ntra. Sra. Del Buen Paso, San Isidro Labrador y Capellán de la Casa de Acogida Jesús de Nazaret.

 

Icod de los Vinos, a 2 de septiembre de 2024.


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