Queridos vecinos y feligreses
En el corazón de todos en la Hoya de Ana Díaz reside con fuerza el cariño y la devoción hacia San Fermín. Esta se ha cuidado y cultivado con el paso de los años como queda realmente reflejado en el templo en el que se celebra la eucaristía y en el empeño por sacar adelante las fiestas en su honor cada mes de julio.
Todos necesitamos que Dios modele nuestro corazón para que la esperanza que nos ha regalado sea fuerte y constante. San Fermín, hombre lleno de esperanza dejó que Dios cultivara con paciencia y cariño su corazón, superando las mentiras, persecuciones y trampas programadas para que apostatara de la fe. Su amor a Dios le llevó a no acomodarse a la moda de turno. Su fidelidad al Señor pone de manifiesto un hermoso testimonio que sigue siendo creativo y novedoso en nuestra sociedad que nos empuja a no acomodarnos y a no perder el ardor de nuestra fe.
San Fermín es el mártir lleno de esperanza que miró a los ojos a Dios y le dijo: Creo, espero, te adoro y te amo, aunque eso me lleve a dar la vida por ti, como tú la diste por mí y por todos. El hermoso testimonio que nos deja se centra en obedecer a Dios antes que a los hombres. Dio lo mejor de sí mismo a todos poniéndose al servicio de los enfermos y más necesitados viviendo en gracia y rechazando el pecado.
Damos gracias a Dios por el testimonio de San Fermín y de muchos cristianos que siguen adelante con sus vidas, cuidando, cultivando y transmitiendo la fe en ambientes adversos que la rechazan, la ridiculizan o simplemente la niegan.
Sigamos adelante confiando en el Señor.
Nunca nos ha pedido el éxito. Pero sí la fidelidad.
Vivamos estos días festivos con fe, acogida y servicio de los unos a los otros.
Un abrazo fuerte y a ser testigos de la esperanza que enamoró a San Fermín hasta dar su vida.
Gabriel Benítez Pérez.
Cura-párroco de Ntra. Sra. del Buen Paso
San Isidro Labrador y Capellán de la Casa de Acogida Jesús de Nazaret.
Icod de los Vinos a 9 de junio de 2025.
Comentarios
Publicar un comentario