Nuestro Obispo emérito el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Bernardo Álvarez Afonso, confirió en la tarde del sábado 5 de octubre, el sacramento de la Confirmación a un grupo de 16 personas.
En la predicación el prelado insistió en tres ideas de especial consideración que debemos tener en cuenta y poner en práctica para que todo no quede en un folclore y apariencia:
* Acoger el don de la fe en nuestros corazones pide una respuesta personal que se va haciendo más consciente y madura conforme vamos creciendo y se está unido a Cristo y a la Iglesia. "Sin mí no podéis hacer nada ni dar fruto". Insistió en permanecer unidos, conectados al Señor, como lo están estos focos y lámparas que iluminan. Dan luz porque están conectadas al suministro eléctrico. De la misma manera, cada uno de nosotros llevaremos la luz de Cristo a tantas personas si estamos unidos a Él aprovechando los medios que conocemos y nos ofrece la parroquia: la oración, venir y participar de la Misa, la Adoración Eucarística, la confesión, la escucha de la predicación del sacerdote después del evangelio, la devoción a la Virgen María... Estos y otros medios, van haciendo que nuestra vidas den luz.
* El viento no lo vemos pero está y conocemos lo que hace al mover las hojas de los árboles, y si es muy fuerte, observamos las consecuencias devastadoras en el paisaje rural o urbano.
En la tarde de este sábado, queridos jóvenes, el Espíritu Santo va a descender en cada uno. No se ve, pero está. Y quiere ser esa brisa suave que les va conduciendo con fuerza y ardor haciendo de cada uno nuevos apóstoles.
* El cuidado y el respeto que debemos tener a las personas cuando se van haciendo mayores. "Así como los hijos ven que los padres cuidan de sus padres, los hijos cuidarán a los suyos". Con lo cual quiero decir, que el testimonio que demos en esta vida tiene consecuencias.
Dejar a una anciano en una residencia y nunca visitarlo, tener un familiar en un hospital, o un vecino enfermo al lado de casa, o en frente, y no tocar nunca la puerta para ayudar, saber lo que necesita, llevar al Señor en la alegría, la escucha, la oración compartida, habla del alejamiento del Señor y del endurecimiento del Corazón. Dios nos creó hombre y mujer para formar una familia.
Damos gracias al Señor por enviar el Espíritu Santo a estos jóvenes, y a través, de quién ha sido nuestro Obispo diocesano durante 19 años.
Gracias al coro por animar la celebración.
Gracias a toda la Comunidad Parroquial de Ntra. Sra. del Buen Paso, por cada gesto, trabajo coordinado y compartido en la preparación catequética y celebrativa de estas personas.
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