Movimientos y postura en la celebración de la Eucaristía



 PISTAS FORMATIVAS 

42. Los gestos y posturas del sacerdote, del diácono y de los ministros, así como los del pueblo, deben contribuir a que toda la celebración resplandezca de belleza y noble sencillez, a fin de que se refleje el verdadero y pleno significado de las diferentes partes de la celebración sea evidente y que se fomente la participación de todos. [52] Por tanto, debe prestarse atención a lo que determina esta Instrucción General y la práctica tradicional del Rito Romano y a lo que sirve al bien espiritual común del Pueblo de Dios, más que a inclinaciones privadas o elecciones arbitrarias.

Una postura común, que deben observar todos los participantes, es un signo de la unidad de los miembros de la comunidad cristiana reunidos para la sagrada Liturgia: expresa y fomenta la intención y la actitud espiritual de los participantes.

43. Los fieles deben estar de pie desde el inicio del canto de Entrada, o mientras el sacerdote se acerca al altar, hasta el final de la colecta; para el canto del Aleluya antes del Evangelio; mientras se proclama el Evangelio mismo; durante la Profesión de Fe y la Oración de los Fieles; desde la invitación, Orate, fratres ( Orad, hermanos ), antes de la oración sobre las ofrendas hasta el final de la Misa, excepto en los lugares que se indican a continuación.

Sin embargo, deberán sentarse mientras se proclaman las lecturas antes del Evangelio y el Salmo responsorial y durante la homilía y mientras se realiza la preparación de las ofrendas en el Ofertorio; y, según lo permitan las circunstancias, podrán sentarse o arrodillarse mientras se observa el período de sagrado silencio después de la Comunión.

En las diócesis de los Estados Unidos de América deberán arrodillarse comenzando después del canto o recitado del Sanctus hasta después del Amén de la Plegaria Eucarística, excepto cuando lo impidan en ocasiones razones de salud, falta de espacio, la gran cantidad de personas presente, o alguna otra buena razón. Los que no se arrodillan deben hacer una profunda reverencia cuando el sacerdote hace la genuflexión después de la consagración. [53]

Con miras a la uniformidad de gestos y posturas durante una misma celebración, los fieles deben seguir las indicaciones que les dé el diácono, el ministro laico o el sacerdote, según lo indicado en el Misal.

44. Entre los gestos incluidos se encuentran también las acciones y procesiones: el del sacerdote yendo con el diácono y los ministros al altar; del diácono llevando el Evangeliario o Libro de los Evangelios al ambón antes de la proclamación del Evangelio; de los fieles presentando las ofrendas y acercándose para recibir la Comunión. Conviene que las acciones y procesiones de esta clase se realicen con decoro mientras se ejecutan los cantos propios de ellas, de acuerdo con las normas prescritas para cada una.

Fuente: Instrucción General del Misal Romano. 

Enlace: Instrucción General del Misal Romano

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