Otra manera de mirar la catedral de Zamora

 


Fuente: Diócesis de Zamora.

La Santa Iglesia Catedral es el edificio religioso, histórico y artístico más importante de la diócesis de Zamora. Recibe el nombre de «catedral» por ser la iglesia del Obispo, donde se encuentra su cátedra o sede, signo de su magisterio, de su ministerio pastoral y de la unidad de los creyentes en una misma fe católica. Es además, centro de la vida litúrgica de la comunidad diocesana, en la que ésta se reúne para edificarse a sí misma mediante la escucha de la Palabra de Dios, la oración, la recepción de los sacramentos y la celebración de la Eucaristía. Iglesia tan singular está repleta de innumerables referencias históricas. Durante más de ochocientos años, muchas personas y acontecimientos estuvieron vinculados a ella por ser el escenario principal del devenir de nuestra ciudad y de nuestra diócesis. Este mismo proceso ha dejado en ella su impronta. De modo que lo que hoy contemplamos es fruto de un proyecto original y de las modificaciones y adiciones con que nuestros antepasados la fueron enriqueciendo. Es como un libro ilustrado en el que podemos contemplar la secuencia de la historia de la salvación a través de las obras y los estilos artísticos. Disfrutemos contemplando la grandeza de este lugar impregnado de fe y elevemos nuestro espíritu, guiados por la belleza que de Dios procede y hacia él nos conduce. LA SEDE EPISCOPAL DE ZAMORA Y EL CABILDO CATEDRALICIO La Sede Episcopal de Zamora se remonta a tiempos muy antiguos. La Ciudad y la Diócesis de Zamora son dos realidades que están íntimamente unidas, y San Atilano es, junto con San Ildefonso, el agluti­nante de ambas. Sabido es que el año 893 se restauró el núcleo urbano de Zamora. La ciudad surgió como centro neurálgico militar en la estra­tégica vía romana que desde Mérida llevaba a Astorga. La construcción de las murallas potenció el papel de Zamora como ciudadela campamen­to. La atención espiritual de las gentes que vinieron a poblar estas tie­rras, la presencia de la corte Astur-Leonesa en el interior de la ciudad, y el fervoroso entusiasmo de la restauración religiosa que ‘siempre mani­festó el rey Alfonso III, el Magno, explican la fundación de la Sede Epis­copal Zamorana. Los historiadores modernos cifran la fundación de este Obispado en el año 901. Esta corriente, documentada y crítica, señala que su primer obispo fue nuestro San Atilano, ya que por distintos documentos se sabe que, desde comienzos del siglo x, aparece un «Atilanus Zamorensis Epis­copus». Es más, la biografía de los santos Froilán y Atilano están ínti­mamente unidas: los dos fueron monjes, los dos fundaron monasterios (el de Tábara y el de Moreruela) y los dos fueron nombrados y consa­grados obispos el mismo día: el de Pentecostés del año 900. A Froilán, el rey Alfonso III le concede el obispado de León, y a Atilano, el de Za­mora. #romanico #catedral #Catedraldezamora #Lamillarománica Con la colaboración del Banco Santander

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